Necesitamos apoyo

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Contexto de la situación: 

Al recibir a los niños Montagne este año en nuestro Colegio, sabíamos que algunos tenían un gran rezago académico. Lo que conocíamos:
  1. Pablo: quinto año, no sabía ni leer ni escribir.
  2. Alexis: quinto año, según esto venía nivelado. La maestra al diagnosticarlo lo detectó levemente atrasado, no muy distante de sus compañeros. Bueno para matemáticas pero mucha inseguridad en sí mismo.
  3. Noé: cuarto año, aparentemente venía bien. Ya en clases se detectó un nivel de lectura y escritura como niño de 2º de primaria, pero su principal problema era su conducta, demostrando que no le interesa el estudio (sabiendo que antes se salía de clases, o no iba a la escuela; lo habían cambiado de escuela 2 veces...)
  4. América: cuarto año, se sabía que venía atrasada. Ya en clases se detecta que tiene poca lectura de comprensión, muy poca atención y problemas de dislexia. No tiene problemas de conducta.
  5. Roberto: su madre comentó que estaba muy atrasado y que prefería que repitiera primer año de primaria.
  6. Fátima: segundo año. Al entrar a clases vimos que estaba muy atrasada, pues no sabía leer ni escribir. Tuvimos que pedirle a su abuela que repitiera año.
  7. Jonatan: segundo año. Bueno para matemáticas pero no sabía leer ni escribir. Les pedimos a sus padres que repitiera año para que el proceso de lectoescritura lo siguiera bien desde un principio.
  8. Julián: primero de primaria. Se notó que no hizo preescolar. Va muy atrasado y seguramente deberá repetir año.
  9. Alexa, Daniel y Ángel: primer año. Su desarrollo normal.
  10. Juan Miguel, Joshua y Maritza: preescolar. Van comenzando el proceso. Las diferencias son más leves.


Relato de lo ocurrido: 

Algunos de los niños "Montagne"
Al darnos cuenta de las diferencias que había, sobre todo con los más grandes, vimos la necesidad de buscar una estrategia para apoyar a las maestras en la regularización de los niños, sobre todo en Español (lectura y escritura) y Matemáticas (operaciones básicas y resolución de problemas). Y ante el deseo de unas niñas se secundaria de querer ayudar a estos niños “Montagne” les propusimos que los apoyaran, sin dejar de cumplir con sus trabajos escolares.
La idea era conseguir cuatro alumnos de secundaria por niño Montagne. Dos para Español y dos para Matemáticas. Se irían intercalando un día sí un día no. Cada uno buscaría una hora en la que pudieran ausentarse y sacar al niño o niña. La condición es no fallar con tareas ni trabajos, por lo que en la hora que se hubiera ausentado debería investigar qué vieron y luego realizar lo necesario.

Actualmente tenemos 20 alumnos de secundaria apoyando esta labor. 

Algunos alumnos de secundaria que apoyan

Niñas que apoyan a Alexis

Niñas que apoyan a Julián
y otros niños de primero

Niños que apoyan  a Pablo

Alumnas que apoyan a Roberto



Aprendizajes: 

Vemos que algunos alumnos de secundaria, cuando conoce las necesidades de otros niños, son capaces de sacrificar una hora clase para apoyar a otros. No todos son tan constantes ni cumplidos. Pero hay algunos que buscan sus propias estrategias para lograr mayores avances con sus “alumnos Montagne”.

A todas las maestras les ha sido de mucha utilidad este apoyo, a tal grado que incluso en el grado de primero han agregado algunos otros alumnos o alumnas atrasadas para que también se les apoye.

Recomendaciones:  


Dar seguimiento al proceso de acompañamiento de los alumnos de secundaria. Motivarlos y en caso de que alguno realmente no funcione (que suelen reconocerlo), entonces buscar alguien más.

Veo que es benéfico para los mismos alumnos de secundaria, pues deben ser responsables y metódicos. 

Transformando Corazones (El Regalazo)

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Contexto de la situación: 

Todo sucedió el día de la posada del salón, en el mes de diciembre, en el salón de clases, estaban presentes todos sus compañeros, 4 padres de familia y la maestra.

Relato de lo ocurrido: 

La posada escolar dio inicio a las 9:00 a.m. con una oración y posteriormente se pasó al desayuno. Cuando Pablo terminó de comer se acercó a la maestra para platicarle que el regalo que él le iba a dar en el intercambio a uno de sus compañeros era un regalazo, compartiendo que le había costado muchísimo trabajo ahorrar para comprarlo, sintiéndose muy feliz y orgulloso por lo que iba a regalar.

La maestra no quiso preguntarle qué era el regalo para no incomodarlo, pero sin duda tenía mucha curiosidad. Sin embargo la maestra lo animó y le agradeció su esfuerzo para comprar el obsequio para su compañero.

Después del desayuno se realizaron algunos juegos organizados y para finalizar se llevó a cabo el intercambio; la dinámica fue ir pasando uno por uno, decir las cualidades del compañero, al final descubrir su nombre y darle el bolo de dulces, pues el intercambio era de bolo.

Todo iba normal, cuando de repente tocó el turno de Pablo, y antes de comenzar a decir las cualidades de su compañero, pidió que todos lo escucharan y dijo “primero quiero pedir una disculpa porque sé que no respeté las reglas, pues el intercambio era de un bolo de dulces, pero yo quería hacer mas feliz al compañero que me tocó, por eso trabajé muchísimo y la verdad le compré un regalazo”. Todos los alumno lo escucharon con atención y la verdad al ver su bolsa de regalo todos nos preguntábamos qué sería lo que tenía dentro; en eso dijo las cualidades de su compañero y después su nombre.

Todos con la incertidumbre de qué era el regalo, comenzaron a gritar ¡QUE LO ABRA, QUE LO ABRA…! Y su compañero lo abrió descubriendo que el regalo era un par de calcetines; todos se quedaron impresionados al ver qué lección tan grande acababan de experimentar, pues realmente Pablo les demostró que lo que para muchos no tiene nada de valor (como un par de calcetines) para él valían demasiado y creía que su compañero había sido muy afortunado al recibirlos.

Aprendizajes


Cuando uno carece de muchas cosas algo puede ser muy valioso aunque para otros pueda parecer insignificante. Me impresionó también que haya decidido trabajar mucho porque quería dar un regalazo. Además su actitud de disculparse por haber roto reglas. Y cómo para una persona un regalazo puede ser un par de calcetines. ¿Para alguien de ustedes también lo sería?

Sinceramente para mí no.

Recomendaciones


Es necesario dejarnos guiar más que nada por nuestro corazón y conocer la historia del niño para que lo podamos entender. 

Pablo presentando un trabajo
                                

Las tijeras

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Contexto de la situación: 

Una mañana fría del mes de diciembre, en la clase de matemáticas se pidió que usaran las tijeras para recortar unas tarjetas del libro de texto oficial, con el propósito de llevar a cabo un juego para la ubicación de los signos de + y -. 

Relato de lo ocurrido: 


Después de la explicación de la actividad acerca del recortable, Julián buscaba sus tijeras una y otra vez en su mochila, debajo de la mesa, a los lados. La profesora lo observaba y cuestionó “¿no encuentras tus tijeras?”; Julián no contestó (constantemente hace caso omiso a las preguntas que se le hacen, ya sea de la profesora o de los compañeros). La docente lo dejó un momento más para ver si encontraba lo que buscaba; nuevamente cuestionó: “Julián, ¿Ya las encontraste?”; el niño volteó y con la cabeza dijo que no. Ya eran las cuartas tijeras que había perdido. Una vez una compañera le regaló un estuche completo que también incluía tijeras; en otras ocasiones rápidamente se le proporcionaban (por sus compañeros o la maestra). Hoy no. La profesora le llamó la atención, le dijo que no tenía que perder sus materiales, que por favor cuidara todo lo que se le proporcionaba; luego replicó “y ahora ¿qué vas hacer sin tijeras?, ahora no te voy a prestar porque no tengo ningunas y tus compañeros están ocupando las de ellos, nadie te va a prestar”; él agachó su cabeza, pasaron unos minutos, pidió permiso para salir al baño, tardó un poco más de lo acostumbrado y regresó cabizbajo, en eso llegó su hermano mayor solicitando permiso para que saliera Julián, traía unas tijeras en la mano, el niño había ido a buscarlo para que le prestara unas, la profesora se dio cuenta de lo que había sucedido y le dijo, “pásate chulo, dale las tijeras”, de inmediato cambió la carita de Julián y empezó a recortar lo indicado.

Aprendizaje: 

En ese momento la profesora se sintió conmovida por lo que observaba en el niño y por no haberle conseguido otras tijeras, la verdad quería darle una lección para ver si podía conseguir que se hiciera responsable de sus cosas.

Al término de la jornada de trabajo, cuando los niños ya se habían retirado, la profesora organizaba sus cosas en el salón, mientras tanto platicaba con Lucy la intendente del Colegio, ella le comentó que había visto a Julián llorando en las escaleras, que buscó a sus hermanos para pedirles tijeras, uno simplemente le dijo que no tenía, Pablo el mayor, se las consiguió con otros compañeros, al escuchar estas palabras de Lucy, la profesora se sentó con tristeza reflexionando que ¿cómo se le puede exigir a un niño que no está acostumbrado a tener un poco de orden ni en su casa, ni a ser responsable de sus propias cosas, que no ha tenido una figura materna, ni paterna quien le pueda enseñar y apoyar en su educación?...

Al siguiente día Julián llegó sin suéter, la profesora gustosa de verlo le dio un fuerte abrazo y le prestó un suéter. “¿Cómo amaneció mi niño?”, y como ya es costumbre, no contestó.

Recomendaciones:



Exigirle al alumno paulatinamente conforme pasa el tiempo, mientras él aprende cómo son los requerimientos dentro del aula.

Maestra María Luisa

Visita a la vivienda de mi alumno Noé

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Contexto de la situación: 

Lugar donde dormía Julián


Dónde: Colonia la Lomita
Quienes participaron: Algunos maestros del Colegio Hidalgo
Propósito: Conocer la realidad de nuestros alumnos Montagne, en qué condiciones viven, convivencia familiar, etc.

Relato de lo ocurrido: 
Invitada y motivada por el Prof. Santiago a conocer las condiciones de vida de Noé, fui a conocer su casa y a su familia. Al momento de llegar me impresioné mucho; porque las condiciones de la vivienda son muy austeras y poco favorables.

Nos recibió la abuelita de Noé, que es la tutora del niño, una señora humilde, mayor, con problemas de obesidad que le impide moverse con rapidez. Comenzamos a platicar y coincidimos en los problemas de conducta que presenta Noé.

Otra nieta de doña Cuca
Yo seguía impresionada por las condiciones de la vivienda, mi estómago era una revolución, (sucede que a mí todo tipo de impresiones o disgustos me repercuten en el estómago). En esos instantes pasaban tantas cosas por mi cabeza y descubrí que desgraciadamente yo estaba muy alejada de estas realidades y hasta el momento nunca había hecho nada para ayudar a familias como la de Noé.
Me hubiera gustado que Noé estuviera en la casa pero desgraciadamente no. A pesar de la edad de la abuelita y sus limitaciones, me conmovió mucho el amor que tiene hacia sus nietos y se preocupa por darles lo necesario, cosa que no se hace la propia mamá.

Aprendizaje: 


Fue una experiencia muy grata y de mucho compromiso. Al involucrarme en este tipo de casos me di cuenta que el rostro de Jesús está presente en estos niños Montagne y en su familia y nos invita a transformar nuestras vidas para poder solidarizarnos con ellos. 

Maestra Margarita

Lugar donde cocinan